Deshumanización social

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En Línea Recta, sección de la revista Rivas Actual dedicada a artículos de opinión de los Escritores en Rivas. https://www.rivasactual.com/deshumanizacion-social/

DESHUMANIZACIÓN SOCIAL

José Pons

Es habitual, en informaciones de redes sociales o de la sección de actividades de ayuntamientos y asociaciones culturales y artísticas, registros similares a este (los nombres son ficticios):

Asociación de Cuerda Mayores de 75 y sus conciertos de Navidad…

Inés Pérez. Exposición de acuarela. 72 años.

Machús Hidalgo. 1º Premio de Poesía. 77 años.

Luis Iturriaga de 68 años, actor revelación del grupo teatral Chiribeque (integrado por 12 personas jubiladas).

Marisa López, a sus 86 años sorprende con su primera novela…

Nicolás Allende del Taller del Escultor Jubilado impacta con su escultura onírica.

Rafael Arango (69 años) con su Antología Narrativa…

La observación es: ¡qué mayores estos artistas!

La reflexión es: ¿por qué prolifera la actividad creativa en personas de edad avanzada? ¿Hay que llegar a viejo para ser artista? ¿Lo habían sido siempre y no habían podido desarrollarla? De ser así, ¿qué se lo ha impedido?

El Arte, en cualquiera de sus manifestaciones, es un bien para el individuo: coadyuva al desarrollo y autoafirmación personales, plasma inquietudes, incide en la salud mental, provoca emoción estética y nos sumerge en belleza, que eclosiona en satisfacción y felicidad.

Una sociedad integrada por individuos creativos, sensibles, reflexivos –cualidades supuestas del creador– debe ser una sociedad mejor donde la consideración del «otro» construya una Humanidad solidaria.

La antesala de toda obra artística es el ocio. Pero no el ocio, concebido como «dejar de hacer», como «inactividad improductiva» –ocio denigrado por la imperante ideología neoliberal, e identificado como fracaso personal y descalabro para los intereses «globalizadores»–, sino ese ocio que hace del ser humano un fin en sí mismo, que integra y comunica con la naturaleza, con el entorno social, con la entidad humana, y del que se derivan sensaciones, sentimiento, pensamiento, imaginación, germen de la actividad artística. A este respecto, recomiendo leer a Byung Chul Han y Nunccio Ordine.

Si el Arte necesita el ocio, ¿por qué no construir una sociedad en la que haya más tiempo libre? ¿No es posible otra sociedad en la que sus individuos no estén sometidos a los horarios de la extenuación, a los calendarios laborales de la esclavitud y a la salud personal del infarto y el estrés?

Mientras la tendencia dominante en la sociedad globalizada sea considerar al ser humano un ser «para», es decir, un instrumento de producción, acumulación y consumo –homo oeconomicus–,cuya sinergia es aprovechada por la «mano invisible» del mercado para enriquecer a la élite del sistema neoliberal, va a ser complicado que esta tendencia, que extiende sus tentáculos por el espacio y el tiempo, retroceda para impedir la deshumanización de la persona, la esquilmación del planeta y el preocupante cambio climático.

Consigamos que el individuo desarrolle el Arte desde edades más tempranas. No es necesario producir tanto, no es necesario acumular tanto, no es necesario consumir tanto.

El planeta, los seres humanos, la Vida, lo agradeceremos, alumbrando una Humanidad en armonía.

¡De lo contrario, difícil legado dejamos a las generaciones futuras!

JOSÉ PONS es dramaturgo, actor y novelista. Entre sus obras destacan Omo y Crónica de la indiferencia (teatro) y Diario de un superviviente de la crisis (novela).

http://josepons.net

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