Febrero ha sido elegido para el XIII Encuentro de Escritores y Lectores que la Asociación Escritores en Rivas viene promoviendo en colaboración con la Cooperativa Covibar. Escritores y lectores comparten ideas, sentimientos e inquietudes. Todos aquellos que lo deseen pueden asistir a sus charlas, coloquios, actuaciones teatrales, proyecciones y concursos. El lema del es Cámara y acción, centrado en el cine y el teatro.
PROGRAMA
Miércoles, 21 de febrero, 19.30 h.
Apertura del Encuentro:presentación y audiovisual
Concurso de nanorrelatos
Una película sobre el escenario: Alfonso Llorente, Gemma Berloso y José Pons
De la literatura al cine: Roberto Español
Proyección del corto El libro maldito
Coloquio
Entrega de premios
Jueves, 22 de febrero, 19.30 h.
Audiovisual
Del texto a la escena: José Pons
Coloquio
Glotones y devoradores: Juan Font
Clausura: ¡Nos vamos cenados!
Sala Miguel Hernández. Centro Social Covibar. Rivas
De la literatura al cine, con Roberto español
Coloquio: Roberto Español, Gema Berloso y Alfonso Llorente
Interpretación: José Pons y Gema Berloso
Glotones y devoradores: Juan Font
Primer premio Concurso de nanorrelatos: «La importancia de los pronombres», de Sandra Pérez.
Segundo premio de nanorrelatos: «Epílogo de una despedida», de Marta Fernández
EL DESPERTAR DEL BÚHO, sección en la revista COVIBAR en la que los miembros de Escritores en Rivas colaboran cada mes con sus escritos de literatura, arte, historia, ciencia y sociedad. Mes de septiembre, nº 318
La ópera es un género poco popular y, sin embargo, gracias a algunas piezas concretas incorporadas a películas de éxito internacional, ha conseguido que la mayoría de la población pueda tatarear «la donna é mobile qual piuma al vento» y no dude en reconocer como la mejor cantante de ópera del siglo XX a María Callas, a quien sus amores desgraciados con el magnate griego Aristóteles Onassis le otorgaron una notoriedad pública que generalmente otras voces prodigiosas no consiguen. Pienso, por ejemplo, en el impacto que tuvo entre los aficionados al cine la inclusión del aria «La mamma morta» en la película de Johnatan Demme «Philadelphia» en 1993, por supuesto en la gimnástica voz de «la» Callas, o el que tuvo el «Intermezzo» de «Cavallería rusticana» en «Hamam, el baño turco” de Ferzan Ozpetek en 1997. Y tampoco podemos olvidar, naturalmente, la ardua tarea de divulgación comercial de tríos como el formado por José Carreras, Plácido Domingo y Luciano Pavarotti.
En este año de 2023 se conmemora el centenario del nacimiento de Victoria de los Ángeles, soprano barcelonesa, cuya voz y cuya carrera nada tienen que envidiar a la de María Callas y que, sin embargo, apenas si va a trascender más allá de los homenajes que algunos festivales nacionales e internacionales han programado en sus respectivas ediciones; aquí tengo que añadir que «lógicamente», pues como ya he afirmado arriba, la ópera siempre ha sido un género burgués, un tanto snob y ha estado dirigido a unas élites que huelen a perfume de heliotropo y gustan de exhibirse en los palcos de los mejores teatros con sus elegantes atuendos y deslumbrantes joyas.
Victoria de los Ángeles (1923-2005), de la que se puede encontrar en Wikipedia tanta información como se desee, se caracterizó por una voz que era un prodigio de clase y elegancia, no en vano se decía de ella que había nacido con el don de la impostación natural; cristalina y espiritual, sus interpretaciones elevan las composiciones a cotas de una belleza indescriptible. Bastaría con que, si aún no las conocen, escucharan sus grabaciones de Mimi en «La boheme» o de Cio-Cio-San en «Madame Butterfly» para que les pareciera, como a mí, una necedad dejar caer en el olvido a una de las mejores cantantes que hayan existido nunca.
Especialmente notable fue su implicación en la difusión de la canción española (en castellano y en catalán) por todo el mundo, hasta el punto de que es sabido que exigía a los promotores que de cada dos conciertos uno estuviese dedicado a autores como Rodrigo, Toldrá o Montsalvatge. A uno de sus últimos conciertos, se retiró en 1996, tuve la suerte de asistir en el Patio de los Arrayanes de la Alhambra, donde la magia de la noche granadina la escuchó, acompañada por Albert Guinovart al piano, desgranar un programa dedicado por completo a Manuel de Falla. Rememoro hoy aquí la música apasionada, la voz angelical y el rumor de la brisa en los cipreses de aquel 27 de junio en el que disfruté con una de las cotas más altas que puede alcanzar el ser humano en la creación artística.
JESÚS JIMÉNEZ REINALDO. Licenciado en Filología Hispánica, poeta y articulista, es autor de los libros de poesía La mística del fracaso y Los útiles del alquimista, entre otros.
¿En qué momento comenzamos a caminar de puntillas por miedo a ofender a aquellos cuya sesgada visión les hace incapaces de aceptar los cambios?
A lo largo de los años, los escritores se dieron cuenta de que podían apartar las ramas que impedían ver el bosque, revelando a los demás una realidad que habita más allá de los límites impuestos por los convencionalismos y la moralidad reinantes.
Mirando hacia atrás, las grandes historias siempre estuvieron ahí; de la mano de intrépidos aventureros y locos visionarios descubrimos un mundo que giraba libre lejos de la condena eterna con que nos amenazaban desde las aletargadas liturgias dominicales.
La literatura emergió con fuerza con el fin de dar voz a los silenciados, poner rostro a los oprimidos, desenmarañar lo incomprensible, pero, sobre todo, para derribar muros. Su fiel escudero, el escritor, ya nacía portando en su interior el compromiso de la lucha, debía proteger con su vida que el conocimiento no se perdiera ni se contaminara entre tantos cambios históricos y modas pasajeras. Por ello, la literatura debe mantenerse intacta. Crecer, sí; contaminarse, no.
Pero no nos engañemos, la censura ha existido desde siempre solo que antes se apartaba con más discreción. Ahora una universidad de élite ha comenzado a censurar abiertamente novelas que en su día fueron maravillosamente provocadoras. Aquellas historias, muchas veces distópicas, nos ayudaron a crecer; fueron las semillas de nuestras democracias y de nuestra libertad. Y sí, la censura es el primer paso para la limitación de otros derechos que nos pertenecen. Por ello debemos dar un paso adelante. Todos los escritores a la vez recordemos que llevamos en nuestro interior esa llama que protege el conocimiento, no permitamos que la historia se repita.
Yo debo insistir hasta quedar afónica ¡los derechos no se tocan!, porque la quema de libros está a la vuelta de la esquina. ¡Antes me inmolo con mis libros que permitir que los silencien!
Quizás el papel de censurador del conocimiento no sea aún visible para los que nunca han sido capaces de ver el bosque entre tanta arboleda. Pero es cuestión de tiempo. De todas formas, ya no es necesario arrojar los libros a la plaza para reducirlos a cenizas, solo hay que echar un vistazo al panorama literario actual: ¡cualquier imbécil puede escribir un libro! –lo digo desde el respeto que me ofrece que un desconocido quiera dejar de serlo–. Me refiero a la sobrealimentación del mercado literario con temas banales –la literatura basura es tan dañina como la comida rápida–; incluso la poesía, reservada antaño a unas pocas almas nobles, está saturando el panorama actual con incomprensibles y sensibleros mensajes.
Hace tiempo que las editoriales ya no apuestan por los desconocidos o, al menos, eso me parece a mí. El baremo del escritor –dejo al margen a los grandes saurios que tienen su merecido espacio– se mide exclusivamente por el número de seguidores en redes sociales, y su expansión cobrará más fuerza si el individuo en cuestión sale en los medios de comunicación o es influencer. Ahí están los futuros éxitos editoriales y el fracaso de la buena literatura. Entretenimiento frente a compromiso social. Otro tipo de hoguera; la más dañina, creo yo.
Los escritores, con nuestra prosa y nuestra poesía, nacimos con el compromiso de derribar muros a golpe de martillo, de reivindicación. Por ello, no me pidáis que camine despacito para no ofender, pues yo escribo para que mis palabras resquebrajen los muros de la sinrazón, no para salir guapa en mi cuenta de Instagram. Pese a quien pese.
CRISTINA GALLARDO. Escritora. Ha publicado las novelas Donde sueñan los almendros, De donde yo vengo… no hay gaviotas y La rebelión de los papamoscas.https://lamiradademonalisa.com
No es mi intención despreciar el talento, faltaría más. Es un ingrediente imprescindible en cualquier arte. Pero si uno no se pone también el mono de trabajo, es probable que solo con el talento no llegue muy lejos.
El escritor suele perseguir que todas sus frases suenen hermosas, que las ideas sean originales y el lector quede con la boca abierta. Pero algo que debería aprender —antes incluso que todo eso— es a analizar sus textos con la cabeza fría. Son muchos los puntos en un relato que debemos tener en cuenta a la hora de escribir y revisar.
El inicio, por supuesto, es importante. Hay que presentar los personajes y el conflicto del modo más atractivo posible. En este punto es clave saber seleccionar qué información se va a mostrar y cuál se va a ocultar, y ofrecerla al lector de un modo natural que no resulte forzada.
El final es el último sabor que dejará el relato. Es esencial a la hora de escribirlo que sea coherente con el resto del texto, que el autor no se saque de la manga el gran truco para dejar al lector sobrecogido a costa de perder verosimilitud. En ese caso, es probable que más que sobrecogido se sienta engañado.
Algo que enriquecerá siempre la historia es la existencia de una trama paralela, que va más allá de la principal y que esconde una reflexión oculta, un mensaje más trascendental. Si la ficción se muestra como una metáfora de algo más profundo y en el texto se pueden encontrar escondidos indicios que ayuden a percibirlo, el relato habrá ganado en profundidad.
La revisión de lo escrito es también crucial antes de darlo por finalizado. Hay que dejarlo reposar un tiempo para después intentar analizar detalles, encontrar posibles errores, revisar el argumento, reflexionar sobre si el narrador o el tiempo verbal son los adecuados y muchas otras acciones que se deben llevar a cabo en el proceso de revisión.
Para cerrar este artículo, me gustaría compartir una expresión que intento aplicar siempre en mis textos: lo que no suma, resta.
El ego del escritor intenta impedir a veces que se borre lo ya escrito. Pero son muchas las ocasiones en las que, eliminando palabras o frases enteras, conseguimos hacer crecer nuestra historia. No es fácil para un escritor coger las tijeras de podar y no tener piedad con su propio texto, pero hay que ser conscientes de que, en la mayoría de las veces, en literatura menos es más.
Algunos escritores se resisten a escuchar consejos, no creen necesario corregir errores y confían todo a su talento natural. Dejemos a un lado nuestro ego y seamos capaces de borrar o cambiar las cosas que no funcionan. Aceptemos las críticas y sigamos trabajando.
Sin ideas diferentes y atrevidas nuestros textos no serían los mismos. Pero sin ese trabajo de análisis y corrección, tampoco.
ALEJANDRO ROMERA escritor e ingeniero de Telecomunicaciones es autor de los libros de relatos Kichay y Miedos, entre otros. En otoño saldrá a la luz su cuarto libro: Desgarro.
Si quieres leer más reflexiones sobre escritura creativa puedes seguir a Alejandro en Instagram @alejandro_romera_guerrero o en Tiktok @alejandroromeraguerrero
Este año el Encuentro girará en torno al lema El peligro de leer sobre el que hemos articulado coloquios, ponencias y varios espacios creativos. Nos preguntamos: ¿por qué puede ser peligrosa la lectura? Para ello basta con observar cómo muchas obras han sido censuradas o prohibidas a lo largo de la historia y cómo muchos escritores se han visto obligados a retractarse de lo escrito, se han sentido amenazados o bien han muerto a causa de ello. Del mismo modo, muchos lectores se han tenido también que esconder para leer determinadas obras. Sobrarían los ejemplos.
En cambio, la lectura, tanto de textos literarios como de cualquier otro tipo, estimula y potencia en el lector su conciencia crítica, amplía sus conocimientos y le permite desenvolverse mejor en la vida. Quizá aquí se encuentre la explicación de por qué determinados libros, en distintas épocas y naciones, han sido prohibidos.
El Encuentro, junto a este debate tan interesante, ofrecerá un espacio para la cultura del queso, su historia e importancia, con una degustación para conocer sus características. El queso también ha sido protagonista de algunos libros.
Por supuesto, no faltará un encuentro creativo con todos aquellos que han participado en nuestros concursos de poesía provocativa y nanorrelatos provocadores. Tendremos ocasión también de escuchar o de ver teatralizados algunos poemas prohibidos a lo largo de la historia de la literatura o que, por su contenido, resultaron polémicos o desestabilizadores.
PROGRAMA
Miércoles, 29 de marzo, 19:30 h.
Apertura del Encuentro:presentación y audiovisual
Versos peligrosos. Intervienen: José Pons y Elena Peralta
Historia peligrosa de la literatura por José Guadalajara
Concurso de poesía provocadora
Cultura del queso: historia y cata. Interviene: Juan Font
Entrega de premios
Versos ilustrados (dramatización) por Luis San José
Cristina, representante de la Sociedad Cooperativa CovibarJosé Guadalajara, presidente de la Asociación Escritores en RivasVERSOS PELIGROSOSElena PeraltaJosé PonsHistoria peligrosa de la Literatura, con José GuadalajaraCultura del queso: historia y cata, con Juan FontMiriam de los Ríos, ganadora del Segundo Premio de Poesía ProvocadoraDaniel Musteles, finalista del concurso de Poesía ProvocadoraUrko Santxez, finalista del concurso de Poesía ProvocadoraCristina Gallardo, representando a Marisa Bello, ganadora del Primer Premio de Poesía ProvocadoraVERSOS ILUSTRADOS (Dramatización) por Luis San JoséCata de quesos y vino español
PROGRAMA
Jueves, 30 de marzo, 19:30 h.
Audiovisual
La voz a oscuras, por José Luis Morante
Concurso de nanorrelatos provocadores
Coloquio: ¿Cómo influye la lectura en la sociedad? Por Sayago Langa, Ricardo Virtanen y Raúl Alelú-Paz
Entrega de premios
Clausura
Juan Font, presentador del XII EncuentroLA VOZ A OSCURAS, por José Luis MoranteIván Moratilla (Primer Premio), Roberto García (Segundo Premio) y Ángel Sáiz (Finalista junto a Silvia Asensio) Concurso de Nanorrelatos Provocadores COLOQUIO: ¿Cómo influye la lectura en la sociedad?Ricardo Virtanen, Sayago Langa y Raúl Alelú-Paz
Septiembre se despide con el anuncio de la retirada del director de cine Woody Allen, un creador personal que, a sus ochenta y siete años, y con casi cincuenta películas a su espalda, ha merecido el reconocimiento del público mundial, singularmente en Europa, donde su humor y su intelectualismo se han entendido siempre como una oposición divertida y crítica al vacuo mundo de acción y sentimentalidad del Hollywood más recalcitrante. Afilado y sagaz, nos ha brindado sobre todo la disección espléndida de una clase social, la alta burguesía neoyorquina de los últimos cincuenta años, cuyos amores adúlteros, trastornos psicológicos y profesiones liberales naufragan en un vaso de bourbon o en una novela a medio escribir.
Los medios de comunicación nos han ofrecido la noticia como quien oferta un quilo de pollo en bandeja de plástico, es decir, servida de manera fría y con fecha de caducidad, tal vez sopesando que será más efímera su actualidad que la del fallecimiento y entierro real de Isabel II de Inglaterra. Y si a la monarca le han dedicado documentales y crónicas que han alabado su interminable reinado (pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión), del director de «Interiores» no han faltado listas de lo más variadas con sus diez o veinte mejores películas según los críticos, concluyendo siempre en la genialidad de «Annie Hall» o la maestría de «Manhattan».
Los espectadores de sus filmes, no obstante, sentimos que hemos crecido, aprendido y madurado con él a lo largo de sus años de profesión, desde aquellas primeras producciones que tenían un humor provocativo («Toma el dinero y corre») hasta las que se han ido tiñendo de nostalgia y nihilismo («Midnight in Paris»), de tal modo que su universo creativo nos ha nutrido con generosidad mientras tratábamos de vivir una existencia que fuera tan intensa como la del ama de casa que quiere huir de un matrimonio desgraciado en «La rosa púrpura del Cairo». Ese universo es, en muchas facetas, parte de nosotros y con su despedida sabemos que también perdemos algo nuestro.
En los últimos años su imagen artística se ha visto enturbiada por la exposición pública de su vida privada, a la que tan aficionada es la industria amarillista, cada vez más infiltrada en el mundo del entretenimiento por los magros dividendos que percibe de la exhibición de carne al peso, hasta el punto de que se ha cuestionado la moralidad y la integridad del autor de «Zelig». Seguramente aquellos que anteponen criterios éticos a los puramente creativos preferirían que este artículo se titulase «Delitos y faltas», y no como está encabezado recurriendo al título del musical de 1997 que homenajeaba con efervescencia las películas de Fred Astaire, pero yo prefiero sumergirme en ese mundo cínico y brillante de aristócratas en Venecia, falsarios en París y amantes abandonados en una Nueva York que, si no existiera, habría que inventarla para que pudiéramos refugiarnos de nuestra soledad en ella. Muchas gracias por todo, señor Allen.
JESÚS JIMÉNEZ REINALDO. Licenciado en Filología Hispánica, poeta y articulista, es autor de los libros de poesía La mística del fracaso y Los útiles del alquimista, entre otros.
MÁS ALLÁ DEL DOLOR Y DE LA NIEVE es un vídeo que pretende, gracias a la literatura, ofrecer un horizonte de esperanza en estos difíciles años que estamos viviendo. Edición y música: Javier Ambite Quesada
Con el lema La voz de las palabras, un año más nos reunimos para celebrar un nuevo Encuentro en el Centro Social de Covibar, importante centro de difusión cultural en nuestro municipio. Otro año más, los escritores cuentan con el apoyo de Covibar para llevar a término este tradicional Encuentro, una labor de patrocinio y difusión que la Asociación Escritores en Rivas agradece profundamente.
En un espacio muy acogedor -la ya clásica sala Miguel Hernández- los diferentes actos que tuvieron lugar en estos dos días pusieron de relieve una vez más el compromiso con la creatividad y el conocimiento: tertulias, coloquios abiertos al público, conferencias, música, humor y un concurso literario. El evento finalizó con aperitivos y un vino bien acompañado para celebrar esta cita imprescindible por gentileza de supermercados Plaza.
La Asociación Escritores en Rivas está integrada por novelistas, poetas y ensayistas: Antonio Daganzo, Emilio González, José Guadalajara, Fátima de la Jara, Jesús Jiménez, Laura Olalla, Elena Peralta, Alejandro Romera, Rafael Ubal, Luis Vega y Ricardo Virtanen. Todos ellos viven o trabajan en el municipio y sus libros pueden encontrarse en las librerías de Rivas o de toda España. Colaboran especialmente en este Encuentro las librerías Las Hojas y El Rincón de la Lectura.
En esta ocasión, disfrutamos con la actuación del grupo teatral Trío del 0, que pusieron en escena una pieza de microteatro escrita por el dramaturgo José Pons. Intervino también la cantante Clara Barbeito y el coro Ars Moderna, dirigido por Txema Cariñena.
PROGRAMA
Martes, 23 de abril
19.30 h. Apertura del Encuentro: presentación y audiovisual
45 h. Coloquio Música y literatura (A. Daganzo, R.Virtanen y X. Cariñena)
20.45 h. Las claves de los microrrelatos (J. Guadalajara)
21.00 h. Microhistorias de terror
21.15 h. Coral Ars Moderna
21.30 h. Vino español
Miércoles, 24 de abril
19.30 h. Actuación musical: Clara Barbeito
19.45 h. Coloquio Los ángulos ocultos de la palabra (L.Vega, J. Pons)
20.30 h. Microhistorias de terror
20.45 h. El solar de las estatuas por el grupo Trío del 0.
“La persona es un ser multisensorial. Algunas veces se expresa con palabras”. R.Birdwhistell
Programa:
*EL LENGUAJE CORPORAL. El cuerpo es el mensaje: La palabra puede mentir, el cuerpo no. El lenguaje corporal es un sistema de comunicación formado por expresiones faciales, gestos, movimientos corporales y postura. Estudios realizados desde R. Birdwhistell a Amy Cuddy: Paralingüística, Kinesia, Proxémica. Diferencias culturales. Patrones de conducta. Comunicación táctil, olfativa. El saludo. Liderazgo. Arquetipo del comunicador. Transformación personal.
*¿QUÉ DICE TU LETRA SOBRE TI? Proyección de nuestra personalidad en la escritura.Movimientos gráficos más relevantes y su significado: Capacidad intelectual, claridad mental, objetividad y realismo, observación, aptitudes creativas, organización y planificación, decisión, realización, actitud ante el entorno, conflictividad. Interpretación de textos y firmas. Análisis del misterioso manuscrito Voynich.
*LENGUAJE SIMBÓLICO EN EL ARTE. Mensajes captados a nivel inconsciente a través del color, líneas, formas, con artistas como W.Kandinsky, S. Dalí, Francis Bacon, Rothko, entre otros muchos. Erwin Panofsky: Iconografía e Iconología. Arquitectura simbólica. Estudio de antiguos e importantes elementos iconográficos como Mandalas, Laberintos, Esferas, Cuadrados, Caduceo de Mercurio, Dragones, etc. Geometría sagrada: La Flor o Semilla de la Vida. Fractales. El mundo del Haiga como expresión plástica del género poético del haiku. Tests proyectivos: El mar, el Desierto, de origen sufí.
*El LENGUAJE ONÍRICO. Introducción en el mundo onírico a través de S. Freud, C. G. Jung, E. Fromm,y Gayle Delaney. Distintos tipos de sueños. Método para una fácil comprensión y aplicación en la vida diaria. Interpretación de sueños.
Los contenidos irán acompañados de presentaciones en power point y ejercicios prácticos. Inicio en octubre de 2018.
Información e inscripción: psico.symbol58@gmail.com
Docente: Candela Arevalillo Díaz. Licenciada en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid. C.A.P. Certificado de Aptitud Pedagógica, en Ciencias de la Educación por la UCM. Diplomada en Grafopsicología, Recursos Humanos y Grafoterapia. Coordinadora cultural de la Asociación Escritores en Rivas. Voluntaria Cultural por la Comunidad de Madrid. Guía de exposiciones en el Centro Cultural Federico G.Lorca de Rivas Vaciamadrid.