Desde las alturas de la estantería,
un verso disparó sus letras
y alteró la armadura del custodio.
Poco supimos de aquella tempestad
que no dejó virtud en pie,
ni lánguidas aspirantes a princesa.
No quedó un violín bien afinado,
ni hubo quien hiciera frente al viento
que arrasaba la pureza.
Llegó al fin el final,
un temporal de páginas y mares
contra la estatua del insomnio.
Aquí y allá valientes versos
crecían sin orden ni mesura
y entregaban al viento su belleza.
Escoba de quince (abecedario de poesía), de Emilio, González Martínez. Ediciones Vitruvio, 2014.