Kichay, de Alejandro Romera

“Solo tengo medio corazón. Me falta un trozo, Hugo, se me cayó. Aunque te suene extraño, es verdad, te lo prometo.
No siempre fue así, hace tiempo estaba completo. Pero un día se partió y perdí una de las partes, no sé dónde habrá ido a parar. Quizá se partió el día que descubrí que mi padre no tenía brazos. No pude soportar la idea, huérfana de abrazos para siempre.
Me falta medio corazón, Hugo, se me cayó un pedazo, justo el de la ilusión, el de la alegría. Ojalá hubiese sido al revés y hubiese perdido el otro, el del temor, el del desánimo. Pero no, ese se quedó.
Pero entonces apareces tú, Hugo, y de repente, sin previo aviso, llega la esperanza.”

KICHAY, de Alejandro Romera. Chiado Editorial

medio corazón de ar

Dolor de la Ecuación muerta, de Ricardo Virtanen

DOLOR DE LA ECUACIÓN MUERTA

Son días y misterios invencibles.

Bajo la muerte de mi pensamiento
hay muertes milenarias,
humanas sensaciones de otras vidas
paganas, deseantes de mi sueño.
Si me evado en la fiebre,
me corrompe una voz, presagio inútil
de la vigilia de oro que desprecio;
si la realidad palpo con mis ojos
despiertos,
surge la luz funesta de aquel siglo
que aguarda mi destino, sigiloso.

No apagues los instantes más hirientes:
hay que comprometerse con los días.

Notas a pie de página, de Ricardo Virtanen. Colección El Árbol Espiral

virtanen

Correr, saltar… de Antonio Daganzo

Correr, saltar, tomar la iniciativa,
nadar bajo la espuma arracimada
contraria la corriente, azul la espada
del pez que susurraba la inventiva.

Gritar, bramar, sentir la frente viva
y el cuello como náyade abultada
de grumo y borbotones, de cerrada
pasión a fuente plena, miel cautiva.

Hacerse la ilusión del poderoso,
que juzga ilimitada la victoria
tan solo en la conquista del aliento.

Vivir así, cual duende revoltoso
brincando por encima de la escoria:
después ajustará cuentas el viento.

Mientras viva el doliente, de Antonio Daganzo

Ediciones Vitruvio. Madrid, 2010

0 bramar

Estás, de José Luis Escudero

Del poemario Sombras y jardines. Sial Ediciones.Fugger Poesía

A María


Estás muy dentro, a mi lado.
Eres el mar de fondo que rescata de un sueño
a la princesa prometida.

A una princesa que jamás pude besar
-¿o tal vez lo hice en los labios del olvido?-
Estás muy dentro, vestida de cielo y de cerezas
como leyendas de la infancia
que habitan en los límites del fuego
o en bosques donde nace un milagro.
Te invoqué a la hora de los duendes
entre brisa de magia y de relojes
y capturé el agua subterránea
y una melodía, caricias y belleza.

Estás muy dentro, a mi lado.
Eres ya el concierto amanecido y una luna
que me salva en la noche
del peligro letal de la rutina.

ESTÁS DE ESCUDERO

La palabra, de Laura Olalla

La palabra se abre en la fuente del saber,
se orienta con la brújula del tiempo, es un fluir
reposado, como un viento ligero;
es un hilo de seda en manos alfareras.
La palabra es un monstruo con la gracia del cisne.
Un manojo de estrellas con- sin- haz luminoso.
Una cuna de mares insaciables
donde el silencio anuda la inquietud de sus perlas.
Una gota de sed
en la frágil belleza de su boca.

Qué plácidos los labios
que asisten al banquete de sus nupcias.

Fugitivas del mar.  Ediciones Pigmalión

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